Testimonios
Antes de hablar sobre mi experiencia, quiero agradecer a quienes me ayudaron a encontrar este camino, especialmente a los hermanos mayores de la medicina Titu Amaru Salqa (Christian) e Illapu Qori Mallqui (Roberto), de la Escuela Apukuna, donde conocí el poder sanador del Wachuma y otras plantas maestras.
Yo venía de un ciclo difícil, con consumo de alcohol y cigarro, y sentía dentro de mí el deseo de cambio. Fue un amigo quien me llevó a la escuela, y ese mismo día tuve mi primer encuentro con las medicinas sagradas. Recuerdo con claridad cuando me dijeron con ternura: “Relájate, hermano, todo va a estar bien”. Sentí que por fin tenía un lugar donde abrirme, sanar y despertar mi conciencia.
Su acompañamiento fue clave en mi proceso: con respeto, fuerza y una entrega profunda al camino, me ayudó a liberar cargas, encontrar claridad y volver a confiar en mí. La primera toma de Wachuma marcó mi renacer. Viví una experiencia tan profunda que, días después, seguía integrando lo que había sentido. Comprendí que sanar no era solo dejar un hábito, sino reconectar con la Tierra, con la energía, con mi propósito.
Gracias a eso también desperté mi vínculo con la música. Aprendí a tocar instrumentos de viento y a escuchar desde el corazón. Hoy cuido un área de conservación en la biosfera del Manu, guiado por la sabiduría de la madre naturaleza y las plantas maestras. Siempre estaré profundamente agradecido.
Yoshi Huacac Fernández
Mi nombre es Suely y he acompañado y participado de ceremonias de Ayawasca y Wachuma así como de ofrendas a la Tierra junto a nuestro maestro y hermano Christian. Mi experiencia junto a él y su equipo ha sido tan profunda y profesional que no he dejado de participar en sus ceremonias ya sea en Lima o en Cusco. Luego de pasar por un proceso de profunda sanación y limpieza fui capaz de dar a mi vida una segunda oportunidad y de poder brindar a mi hijo la paz y la fuerza que necesitábamos para continuar nuestro camino juntos. No puedo evitar mencionar que no fue un camino sencillo pero sentía una enorme confianza en Christian, en su trabajo y en todo su equipo. Todos ellos me han permitido ahora recuperarme y sobre todo seguir practicando medicina en favor, ahora, de mis hermanos y hermanas. Una forma personal de agradecer tanto amor entregado en cada ceremonia y en cada ritual, tanto afecto brindado por su esposa y sus hijas y tantos increíbles consejos compartidos junto a sus oficiantes, cada uno de ellos con algo nuevo que enseñarte.
Creo que la palabra "recomendar" no llenaría lo que realmente siento frente a tan hermoso grupo de sanación, sin duda alguna y con el corazón agradecido invitaría a cualquier persona en búsqueda de sanación profunda, en búsqueda de sanación en luz y de un trabajo sumamente profesional a conocer a un increíble maestro y, sobretodo, a un grandioso hermano del camino. Estoy sumamente agradecida por la forma en la que me ha enseñado a cambiar mi vida y así, brindarme una nueva forma de ayudar a otros
Suely Aguilar Medrano
Mi primer encuentro con la medicina fue hace varios años y, al principio, estaba asustada; no entendía la idea ni el objetivo del trabajo con las plantas. Con el tiempo, entendí que realmente lo que me daba miedo era mirar más adentro de mi ser y enfrentarme con los miedos y el dolor. Este año ya sabía que había llegado el momento de dejar todo en el pasado y empezar de nuevo. Entré en las ceremonias tranquila, me dejé llevar, me dejé vencer, abrí todos mis sentidos y estaba preparada para recibir todo lo que la medicina había preparado para mí. Tuve una experiencia mágica, estaba segura de que Christian es mi maestro y que puedo confiar totalmente en él. Me dejé llevar por sus cantos y su música, y él me enseñó el cielo y las estrellas; vi en dónde pertenece mi alma, pude transformar mi dolor y mis miedos, verlos, reconocerlos como parte de mi ser. Pude liberarme del peso y las cargas que llevaba mi alma y ahora estoy libre, más fuerte, llena de amor y felicidad. He entendido que la medicina es un espíritu sagrado, un espíritu sabio, un maestro, y sé que puedo dejar mi cuerpo en las manos seguras de Christian, porque él me lo cuidará mientras yo estoy viajando en lo infinito. Gracias de todo corazón, maestro. Gracias al Universo que me ha permitido reencontrarte en esta vida también. Gracias por tu sabiduría, paciencia, amor y tranquilidad, Chris.
Zornitsa Pashova
¡Christian es la encarnación de la energía divina y angelical aquí en la Tierra! Sentí el poder de su energía en la ceremonia de Ayahuasca, el equilibrio y la armonía que trae dentro de sí, dando al espacio seguridad, protección y confianza, y al mismo tiempo fomentando una profunda transformación interior. ¡Su voz y su música logran dominar de manera impresionante y hábil el poder de las plantas, llevándonos a ciertas profundidades dentro de nosotros mismos para la transformación, quitándonos las muchas máscaras que usamos en la sociedad —a veces incluso frente a nosotros mismos— y guiándonos hacia una profunda transformación interior en el camino de conectar con nuestra verdadera esencia, con amor y aceptación! ¡Gracias, Chris, por compartir tu energía, sabiduría y apoyo en mi proceso!
Veronica Kalcheva